martes, 19 de febrero de 2013

Que hay detrás del C's

C’s es un partido nacido en un contexto de degeneración de la democracia en su sentido más populista, la oclocracia. Lo que le ha permitido nacer precisamente es el mismo contexto apoyándose en tres herramientas que ofrece el sistema oclocrático: el oportunismo, la apelación a los sentimientos y el desvío de la atención.
El oportunismo lo que permite a C’s es la utilización de la degeneración del contexto como virtud del partido. Un partido que no respalda su virtud en sus acciones ni en su programa ideológico (normalmente carecen de él y no se suelen clasificar como partidos de derechas o de izquierdas, como hace UPyD, cogen lo que les conviene) sino en que el resto están peor. El mecanismo se lleva a la máxima perfección cuando se incorporan todos estos elementos en el programa electoral (que no ideológico) pareciendo así atractivo para el público, pues es lo que la gente demanda, pero ¡qué fácil es incorporarlo en un Partido que no ha ostentado el poder nunca!
Un ejemplo de oportunismo de C’s se encuentra claramente en por ejemplo la oposición del partido en hacer recortes, en aumentar impuestos y en incumplir el objetivo de déficit. Nunca han propuesto un programa que permita un presupuesto coherente que se pueda cumplir con un buen equilibrio entre ingresos y gastos. Pero oponerse a la subida de impuestos que proponen otros vende, oponerse a los recortes de otros vende y oponerse a ser insumiso ante las obligaciones del Estado vende a un electorado muy concreto.
La apelación a los sentimientos es un argumento falaz muy utilizado por C’s a lo que el PP también se ha sumado por el contexto que otorga el debate soberanista. La apelación a los sentimientos se ha utilizado a través de dos sentimientos: por un lado el miedo y por otro la identidad personal. Por el lado del miedo se ha utilizado para generar una visión futura catastrófica para lo que supondría la independencia de Catalunya, totalmente irreal y basada en supuestos improbables e irreales con el único objetivo de generar miedo e inseguridad. Por el lado de la identidad personal se ha utilizado el sentimiento a la pertenencia de España y a la lengua materna para manipular a las personas y dividir a la sociedad de verdad. La situación es clara, si dentro de España (digamos en la era democrática) ningún independentista ha sido obligado a sentirse español, ¿por qué entonces en la futura Catalunya independiente se va a tener que obligar a mucha gente a sentirse de una manera diferente a como se siente y a utilizar otra lengua que no es su lengua materna? Es absurdo, se ha utilizado los sentimientos más profundos de la gente para captar votos, cuando el proceso independentista no implica la renuncia a utilizar el castellano ni a dejar de sentirse español si así uno se siente. Pero eso, que aparte de ser cruel y despiadado, da votos.
El desvío de la atención es otro recurso utilizado por C’s. Se utiliza cuando no se quiere hablar sobre un determinado tema para que no exista un debate y no exista la posibilidad de que posicione la ciudadanía en contra de sus preceptos. El debate soberanista en Catalunya es el que ha dado más miedo a C’s, y a parte de utilizar la apelación a los sentimientos para deformarlo, ha utilizado el desvío de la atención de forma constante: El “existen otros problemas más importantes para la gente” es un ejemplo, pues en la política hablar sobre un tema concreta no implica dejar de hablar de otro, pero se utiliza de forma interesada, no porque quiere que se hable de lo que importa a la gente sino porque no quiere que se hable de ese tema concreto. El sacar la corrupción en Catalunya para tapar el debate soberanista es otro desvío de atención, ya que son debates completamente separados que se han mezclado de forma interesada. C’s ha utilizado la corrupción para tapar su nacionalismo español y terceros intereses.
Los líderes de los partidos oclocráticos (que no democráticos) requieren solo un requisito para poder aprovecharse de lo que la oclocracia les ofrece: oratoria. Y ahí lo tenemos, al líder de C’s, Albert Rivera, uno que ha salido precisamente de esa escuela. Los patinazos son peligrosos para estos partidos, pues están en constante peligro de que se les pueda caer la careta, ya que solo interpretan un papel interesado, y por eso requieren de una buena técnica de la oratoria.
C’s es realmente un partido ultranacionalista español, cuyo sentido de sumisión a la patria y al dogma de la indivisibilidad de la misma se hace latente cada día en sus declaraciones. Su objetivo es el mismo que el de un partido colonial: españolizar Catalunya y que España la asimile como una provincia más, folclórica pero una provincia más. Si os fijáis C’s es un partido que no se presenta en España y presenta en el Parlament cosas que dependen directamente del Congreso, ¿por qué hacen eso? Porque su objetivo primero no es regenerar España, es dar la imagen que así se pretende y por eso cosas que dependen del Congreso de los Diputados las proponen solo en Catalunya. Por otro lado, sólo se presentan en Catalunya por su visión colonial, no les interesa transformar España, les interesa que España asimile Catalunya y por eso su objetivo no es español (por eso no se presentaron desde buen principio en España), su objetivo es catalán (por eso se presentaron primero en Catalunya) que es la españolización de Catalunya.
C’s lejos de ser un partido que trae viento fresco, es un partido que lo que realmente trae es un conservadurismo convencionalista de carácter autoritario y nacionalista español que se esconde bajo el disfraz que le permite el sistema oclocrático y el juego de la oratoria. 

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