Les voy a plantear una pregunta: ¿qué mecanismos ofrece quedarse en España para la lucha contra la corrupción?
Permítanme contestarles: ninguno. Los mecanismos que ofrece seguir en España es lo mismo que lo que ya conocemos, pues la corrupción que hoy sale es la oscuridad que nos ha ofrecido un sistema autonómico dentro de una España fracasada, pues en corrupción en España no se queda corta.
¿Qué nos ofrece la vía independentista? La vía independentista ofrece la apertura de un proceso constituyente que permitirá una eficaz regeneración democrática y control más efectivo de las instituciones. La lucha contra la corrupción no es solamente compatible con querer la independencia de Catalunya, es más, van de la mano.
Todos los problemas que puedas pensar que tiene la via independentista si se piensa detenidamente el seguir en España no los soluciona, sin embargo, abrir un proceso constituyente sí abre esa posibilidad.
La apertura de un proceso constituyente nunca puede ir de la mano de unos pocos partidos, ni siquiera de los de siempre. La apertura de un proceso constituyente catalán implica la participación de toda la sociedad, partidos, sindicatos y asociaciones de todo tipo en un contexto en que la masa social se haya movilizada y profundamente crítica ante los casos de corrupción y un Parlamento notoriamente fragmentado.
Este panorama facilita enormemente la posibilidad de construir algo mejor en Catalunya, precisamente por eso, es necesario y adecuado que salgan a la luz todos estos casos de corrupción que se produjeron en la era autonomista dentro de España porque ayuda a limpiar nuestra política; para así desde cero, podamos construir algo mejor en la cercana Catalunya independiente.
Sin embargo, quedarse en España no abre ninguna vía ni establece ningún mecanismo distinto a los que ya conocemos hasta ahora. Pretenden de nuevo pactar contra la corrupción PP y PSOE, los mismos de siempre, los mismo que se pasan los debates políticos lanzándose el “y tu más”.
En una futura Catalunya independiente nadie podrá ser negado de sus sentimientos, se sienta español o catalán, ni nadie podrá ser negado de su lengua materna. España va a seguir estando a la misma distancia en tren y coche que siempre, por ello hemos de pensar en el futuro y en lo que realmente conviene.
Normalmente los partidos españolistas intentan utilizar la corrupción para tapar su ideología nacionalista española, sin ofrecer nada distinto, proponiendo cosas que dependen del Congreso en el Parlament como hace C’s. Es importante destacar que cuando no existe una crítica constructiva contra la corrupción es de suponer que existen terceros intereses, y así es, la corrupción ha servido de tapadera para ocultar el interés que supone el mantenimiento del statu quo español, de los que viven de la dependencia de España y que sienten un patriotismo nacionalista casi ciego sobre España.
A una persona no nacionalista no le importaría que Catalunya fuera independiente si esto supone una verdadera mejora, pues al fin y al cabo es simplemente una división administrativa. La independencia de facto lo que propone es que España no pueda meter mano dentro de Catalunya y que nosotros seamos capaces de construir algo mejor sin depender constantemente de lo que pasa en Madrid. Por lo tanto, animo a todas esas voces críticas de verdad contra la corrupción y aquellas voces que quieren construir algo mejor a que se unan al proceso independentista porque los necesitamos.
Necesitamos las voces más críticas y constructivas para que construir algo mejor sea posible. Os necesitamos a vosotros para que este proceso independentista sea un proceso de la gente, de todos, por la gente, sin intereses de partido, ni ideológicos ni identitarios. Cuanta más gente una su voz a la independencia, más fuerte será un proceso social hecho para la gente para regenerar la política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario